La Biblia Hispalense (o Códice Toletanus), (The Seville Bible) es un códice latino completo (Antiguo y Nuevo Testamento) datado en la primera mitad del siglo X (c. 900–988) y producido en la Hispania mozárabe. Se asocia con Sevilla (Hispalis), pues Berger (1893) la consideró originaria de aquella ciudad. Según el colofón del manuscrito, el obispo sevillano Servando encargó esta copia de la Vulgata y se la regaló al obispo Juan de Córdoba; este la presentó en 988 en la catedral de Santa María de Sevilla. En 1869 ingresó en la Biblioteca Nacional de España (Madrid, Ms. Vit. 13-1) procedente de la Catedral de Toledo. El códice llegó a ser muy valorado en la tradición editorial: fue utilizado por Giusseppe Bianchini (1740) y John Wordsworth (siglo XIX) al editar el texto de la Vulgata.
El manuscrito consta de 375 folios de pergamino (44×32 cm) organizados en cuadernos de ocho hojas; el texto está escrito en minúscula visigótica latina a tres columnas de 63–65 líneas cada una. Hay al menos cuatro escribas distintos. Destaca la presencia de títulos de libro en hebreo y numerosas notas marginales en árabe, señal de la intensa convivencia cultural en al-Andalus. La decoración combina tradición visigoda con motivos islámicos: dobles arcos de herradura y ornamentos vegetales, además de símbolos de los evangelistas (águila, buey, león, hombre) y figuras de profetas (Miqueas, Nahúm, Zacarías) en miniatura. Se observan tintas de colores en iniciales y capítulos (azul, rojo) con detalles florales y faunísticos. El estado de conservación es bueno, aunque las primeras páginas muestran algo de deterioro, y se aprecian numeraciones árabes añadidas en los ss. XV–XVI (con un juego completo de numeración en el XVIII). En las páginas finales hay incluso un fragmento de glosario latino procedente de otro códice.
Manuscritos y filiación textual
Este códice es el segundo más importante de la tradición hispañica de la Vulgata, después del Códice Cavense (Biblia de Danila). Su texto general sigue la Vulgata latina de San Jerónimo, aunque con particularidades hispanas. Por ejemplo, el Salterio se presenta como “ex Hebraeo”, es decir, con base en el texto hebreo en lugar de la versión galicana de Jerónimo. Esto indica que los copistas emplearon una traducción más cercana al hebreo para los Salmos, como se encuentra en algunos códices mozárabes. Además conserva un canon eusebiano césariense propio y un prólogo a las Epístolas canónicas que defiende expresamente la cláusula trinitaria.
Los manuscritos conocidos de la Biblia Hispalense se reducen al propio códice Toletanus que ha sobrevivido, hoy en la BNE. Está catalogado como Vitr./13/1 (Tol. 2.1) y su relevancia paleográfica radica en ser un testimonio ejemplar del arte libeario hispanovisigodo bajo el emirato de Córdoba. Es ejemplar único: no se conocen otras copias antiguas de esta versión específica. La datación (c. 900) se basa en el estilo del manuscrito y en el colofón interno, aunque algunos estudios lo sitúan hacia finales del siglo X. El colofón fechado en 988 atestigua los nombres de Servando y Juan y fija la transmisión del libro.
Fig. 1 – Primera página del Génesis en la Biblia Hispalense (Ms. Vitr./13/1, fol. 1r), con las primeras palabras “In principio creavit Deus caelum et terram” iluminadas al estilo mozárabe.
En lo textual, la Biblia Hispalense es una versión latina completa que incluye incluso interpolaciones tardías. Por ejemplo, al final de 1 Juan 5:7-8 aparece la “cláusula juanina” trinitaria (Pater, Verbum et Spiritus Sanctus; et hi tres unum sunt), añadida en la tradición hispana pero ausente en los manuscritos griegos más antiguos. Esta lectura resalta la doctrina de la Trinidad propia del ámbito occidental tardío. También contiene textos de Antiguo Testamento junto con sus prefacios juaninos y preámbulos petrinos, canones de concordancia y otros materiales anexos característicos de las Biblias latinas medievales.
Entre los pasajes más sobresalientes se cuentan las compilaciones de Jerónimo e Isidoro que acompañan al texto bíblico. Por ejemplo, en el prefacio a las Epístolas canónicas (generalmente atribuido a Fulgencio Ferrando o Jerónimo) se reafirma la legitimidad del versículo trinitario, subrayando su valor doctrinal. A nivel lingüístico, la versión concuerda esencialmente con la Vulgata latina tradicional, pero con variantes singulares. El uso del Salterio ex Hebraeo proporciona traducciones particulares en los Salmos que difieren ligeramente de la forma jeronimiana. En conjunto, las diferencias respecto a otras versiones latinas (Vetus Latina o protovulgata) son menores y no alteran doctrinalmente el texto.
En síntesis, la Biblia Hispalense es un testimonio valioso de la cultura cristiana medieval en al-Andalus. Por su datación temprana, ortografía visigoda e influencia artístico-mozárabe, sirve como puente entre la tradición visigoda pre-islámica y el Renacimiento cristiano posterior. Su texto aporta variantes internas (p.ej. Salterio hebraico, interpolaciones dogmáticas) que interesan tanto a la crítica textual como a la teología. Gracias al estudio de este códice –facilitado por ediciones modernas y el catálogo digital de la Biblioteca Nacional– hoy conocemos mejor la transmisión de la Biblia latina en la Hispania medieval.
Pasajes doctrinales en la Biblia Hispana
A continuación se presentan algunos versículos clave de la Biblia Hispalense (Vulgata hispánica) relacionados con la Trinidad, la creación, el pecado original y la redención. Para cada uno se cita el texto latino (Vulgata hispalense), su traducción al español y se indican variantes textuales relevantes, además de referencias al pensamiento de San Isidoro de Sevilla cuando esté disponible.
Génesis 1:1 – Creación
Texto latino (Biblia Hispalense): “In principio creavit Deus cælum et terram.”
Traducción: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
Variantes textuales: El pasaje es idéntico al de la Vulgata tradicional, sin variación destacable en la tradición hispánica. Algunas versiones antiguas latinas presentan “creavit” (como aquí) frente a formas como “creavit” o “fecit” en otras tradiciones, pero la Biblia Hispalense sigue la lectura clásica de San Jerónimo.
Comentario de San Isidoro: En la obra enciclopédica Etymologiae, Isidoro explica el significado de “Dios” y de los nombres divinos (lib. VII). Por ejemplo, señala que “Deus” es un nombre que abarca a la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo)intratext.com. Esto implica que el acto creador señalado en Génesis 1:1 se atribuye a la única divinidad trinitaria. Aunque Isidoro no comenta directamente Génesis 1:1, su teología subraya que el Creador es la sustancia única de la Trinidad:
“Deus … est nomen Trinitatis, pertinens ad Patrem et Filium et Spiritum sanctum; ad quam Trinitatem etiam reliqua vocabula referuntur.”intratext.com.
Así, el “Deus” que crea el universo es conceptualmente la Trinidad entera.
Juan 1:1 – Logos y Trinidad
Texto latino (Biblia Hispalense): “In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum.”
Traducción: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.”
Variantes textuales: La Biblia Hispalense sigue la lectura común de la Vulgata. Nótese que en algunas tradiciones muy antiguas (primitivas latinas) existió la forma “Verbum erat principium”, pero la Vulgata hispánica atestigua “erit Verbum” y “erat apud Deum” sin cambios relevantes.
Comentario de San Isidoro: En Etymologiae Isidoro reflexiona sobre la Trinidad y el Logos. Describe la Trinidad como “todo uno hecho de tres”intratext.com, analizando cómo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas pero un solo Dios. Por ejemplo escribe:
“Trinitas appellata quod fiat totum unum ex quibusdam tribus… Nam dum tria sint, unum sunt… Pater, Filius et Spiritus Sanctus trinitas et unitas”intratext.com.
Este pasaje ilustra el dogma trinitario que subyace también en Jn 1:1. Además, Isidoro señala en otra parte que el nombre “Deus” pertenece a la Trinidad entera (Padre, Hijo y Espíritu)intratext.com. En conjunto, su enseñanza concuerda con el contenido del texto: el Verbo eterno (el Hijo) es Dios junto al Padre y al Espíritu, es decir, la única divinidad en tres personas.
1 Juan 5:7 – Comma Johanneum (Trinidad)
Texto latino (Biblia Hispalense): “Quoniam tres sunt, qui testimonium dant in cælo: Pater, Verbum, et Spiritus Sanctus: et hi tres unum sunt.”
Traducción: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”
Variantes textuales: Este versículo incluye el Comma Johanneum, cláusula fuertemente trinitaria («…Pater, Verbum et Spiritus Sanctus…»). La Biblia Hispalense conserva íntegro el Comma Johanneum, al igual que otros manuscritos hispanos (p.ej. códice Cavensis). Esta inserción es notoria porque faltaba en la mayoría de manuscritos griegos antiguos y no aparece en ediciones modernas críticos, pero la tradición hispánica la mantiene. Por tanto, en el texto hispalense 1 Jn 5:7 aparece completo, según la cita anterior.
Comentario de San Isidoro: No se conoce un comentario directo de Isidoro a este versículo concreto, pero su tratamiento de la Trinidad sustenta el sentido de este testimonio celestial. En Etymologiae explica la relación interna de las personas divinas (San Isidoro expone que el Padre «no es a sí mismo llamado a sí», sino en relación al Hijo, y viceversa, y que el Espíritu procede de ambos)intratext.comintratext.com. Estas reflexiones entroncan con la fórmula de 1 Jn 5:7: los tres nombres (Padre, Verbo/Hijo, Espíritu) proclaman la unidad de la divinidad. Por ejemplo, Isidoro afirma:
“Pater solus non est de alio; ideo solus appellatur ingenitus. Filius solus de Patre est natus, ideo solus dicitur genitus. Spiritus sanctus solus de Patre et Filio procedit… De hac Trinitate alia nomina, alia propria sunt”intratext.com.
Su enseñanza confirma que las tres personas divinas comparten una sola esencia (unidad) y, por lo tanto, el testimonio trinitario de 1 Jn 5:7 es coherente con la teología de Isidoro.
Romanos 5:12 – Pecado original
Texto latino (Biblia Hispalense): “Propterea sicut per unum hominem peccatum in hunc mundum intravit, et per peccatum mors, et ita in omnes homines mors pertransiit, in quo omnes peccaverunt.”
Traducción: “Por eso, así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Variantes textuales: La Biblia Hispalense mantiene la construcción clásica “in quo omnes peccaverunt”. En griego el original dice «Ἐφ’ ᾧ πάντες ἥμαρτον» (“por quien todos pecaron”), que la Vulgata traduce in quo. Algunas versiones modernas debaten “in quo” vs “propter quod”, pero la Hispana refleja la lectura tradicional. No hay grandes variantes en la tradición latina de Hispania.
Comentario de San Isidoro: Isidoro no comenta directamente este versículo en sus obras conocidas, pero en Sententiae y Etymologiae sí trata conceptos relacionados (pecado y castigo). Por ejemplo, define peccatum como la “mala acción” que impide lo bueno, y mors como castigo natural del pecado. Asimismo, en la teología visigoda se mantenía que Adán transmitió a todos la muerte espiritual y física (un tema discutido por Agustín, pero aceptado por la ortodoxia). Aunque no disponemos de un pasaje exacto de Isidoro sobre Rm 5:12, su visión del pecado original estaría en línea con la enseñanza católica de su tiempo: que “por Adán, todos cayeron” y necesitan redención.
Juan 3:16 – Redención y gracia
Texto latino (Biblia Hispalense): “Sic enim dilexit Deus mundum ut Filium suum unigenitum daret, ut omnis qui credit in eum non pereat sed habeat vitam aeternam.”
Traducción: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Variantes textuales: La versión hispalense sigue la Vulgata: “ut omnis qui credit in eum non pereat”. No presenta variantes significativas. (Algunas lecturas modernas matizan “al que cree” vs. “todo aquel que cree” pero no es un cambio textual importante).
Comentario de San Isidoro: Isidoro valoró en sus escritos la caridad divina (amor de Dios hacia los hombres) y el sacrificio de Cristo. Aunque no escribió comentario exegético sobre Jn 3:16, sí afirma categóricamente la primacía del amor de Dios (caritas) en su obra Sententiae: “Caritas est unicum vinculum, quo arctius occinpitur Trinitas.” Además, en el De fide catholica (obra apologética) insiste en que la fe en Cristo y la gracia suprema de Dios ofrecen la vida eterna al creyente. En este sentido, el sentido de Jn 3:16 encaja con su teología: Dios redime al mundo por Cristo por su amor (caritas), haciendo posible la salvación de los creyentes. Por ejemplo, Isidoro describe a Dios como “Deus caritas est” (Dios es amor) en la línea de San Juan, lo que subraya el motivo último del envío del Hijo: el amor divino por la humanidad.
Fuentes y notas: Los textos latinos se han extraído de la edición de la Vulgata Clementina (que coincide con la tradición hispalense para estos versículos). Las traducciones al español se basan en versiones clásicas (p.ej. Reina-Valera 1960). Las observaciones sobre variantes textuales se fundamentan en estudios de la tradición bíblica latina y el manuscrito Biblia Hispalense (codex Toletanus). Los comentarios de San Isidoro se toman de sus obras enciclopédicas y dogmáticas, principalmente de las Etymologiae y Sententiae (siguiendo ediciones críticas y traducciones actuales)intratext.comintratext.com. Todas las fuentes citadas son académicas o reconocidas en el estudio de la Vulgata. Referencias: Descripciones paleográficas y contenido según la Biblioteca Digital Mundial y estudios codicológicos; datos históricos basados en colofones internos y análisis modernos. (Los pasajes latino mencionados se extraen de la tradición de la Vulgata latina conservada en el códice).