Isaías 42:4 y Mateo 12:20-21: texto, variantes y recepción hispana

Isaías 42:4: “No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.”
Mateo 12:20-21: “La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio; y en su nombre esperarán los gentiles.”

A simple vista, la primera mitad concuerda (mansedumbre y firmeza del Siervo), pero el cierre difiere: “las costas esperarán su ley” (Is 42:4) vs “en su nombre esperarán los gentiles”.

1) La variante clave: MT vs LXX en Is 42:4

El Texto Masorético (TM) concluye con “y las islas/costas esperarán su ley” (לְתֹורָתֹו אִיִּים יְיַחֵילוּ), imagen profética de los territorios marítimos lejanos que anhelan la Torá/ley del Siervo.

La Septuaginta (LXX), en cambio, traduce la cola del versículo así: “y en su nombre esperarán las naciones” (καὶ ἐπὶ τῷ ὀνόματι αὐτοῦ ἔθνη ἐλπιοῦσιν). Además, en la primera hemística conserva el matiz de invencibilidad pero con un verbo característico: ἀναλάμψει (“resplandecerá/no decaerá”), frente al hebreo “no se apagará/desmayará”.

Estas diferencias apuntan a dos tradiciones:

  • Hebrea (MT/Vulgata): énfasis en las “islas/costas” que esperan su ley.

  • Griega (LXX/NT): énfasis en “las naciones” que esperan en su nombre.

Mateo cita explícitamente la forma LXX (Mt 12:21), lo cual explica la divergencia al comparar RVR1960 de Isaías con la cita en Mateo.

2) Vulgata y Vetus Latina (con foco hispano)

Jerónimo, movido por la Hebraica veritas, tradujo Isaías 42:4 según el hebreo: “et legem eius insulæ exspectabunt”. Esta es la Vulgata Clementina recibida en Occidente medieval, incluida Hispania visigoda y post-visigoda.

La Vetus Latina (Old Latin), anterior a Jerónimo y muy usada en Hispania, suele seguir más de cerca a la LXX en los profetas. Para Isaías 42:4, los testigos viejos latinos son fragmentarios, pero el perfil general de la Vetus Latina confirma su diversidad textual y su dependencia frecuente de la LXX; además, los Evangelios latinos antiguos (y luego la Vulgata misma) presentan en Mt 12:21 la lectura griega: “et in nomine eius gentes sperabunt”. Así, en la liturgia y predicación latina, el par Is 42:4 (Vg) / Mt 12:21 (latín) se oía con finales distintos: insulae—lex vs gentes—nomen.

Para la tradición hispana sobre la Vetus Latina, el estudio clásico de T. Ayuso Marazuela subraya su peso en Hispania y su interacción con LXX y Vulgata; aunque no ofrece para todos los versículos un texto unificado, sí muestra el entramado textual en el que se movían los lectores hispanos antiguos.

3) Mateo 12:20-21 como «exégesis canónica» de Isaías 42:4

Mateo, al aplicar Is 42:1-4 a Jesús, elige la cola LXX porque subraya dos cosas claves de su teología:

  1. Universalidad: “las naciones” y no sólo “islas” costeras;

  2. Cristocentrismo explícito: la esperanza “en su nombre” (la persona/autoridad del Mesías), más que “su ley” (aunque la Ley mesiánica no queda excluida).

Esta lectura cristológica y misionera ya estaba integrada en la recepción latina de Mateo, de modo que la Hispania tardoantigua escuchaba a la vez:

  • Isaías (en Vulgata): “insulae… legem” → ley del Siervo para los confines;

  • Mateo (en latín): “gentes… in nomine eius” → fe de las naciones en el Nombre del Cristo.

Lejos de contradecirse, estas colas convergen: la ley del Siervo encuentra su cumplimiento personal en el Nombre del Siervo-Rey (Cristo), y su alcance va a los confines (islas) que son las naciones.

“Brillará y no será aplastado, hasta que ponga juicio sobre la tierra; y en su «Ley esperarán las naciones».”
Isaías 42:4, La Bíblia Griega, Septuaginta. Ediciones Sigueme.

4) Recepción e interpretación en Hispania (ss. VI-VII)

En la Hispania visigoda, autores como Isidoro de Sevilla emplean Isaías cristológicamente en polémica y catequesis, leyendo a los profetas como testigos del Mesías y de la ingathering de las gentes. Aunque no poseemos, que sepamos, un comentario explícito de Is 42:4 en Isidoro, sí se documenta su uso sistemático de Isaías en clave cristológica y de misión a los gentiles (p. ej., De fide catholica contra Iudaeos), un horizonte plenamente coherente con el final LXX/mateano (“las naciones esperarán en su nombre”).

En términos litúrgicos y pastorales, esto supone que la Iglesia hispana:

  • Leyó Isaías (en Vulgata) afirmando la estabilidad victoriosa del Siervo que establece juicio y cuya ley llega a las “islas”;

  • Proclamó Mateo (en latín) destacando la esperanza de las naciones en el Nombre de Jesús.
    Esta doble audición (Is 42:4 Vg y Mt 12:21) reforzó una hermenéutica cristológica donde ley y nombre no compiten: la ley se personifica y se cumple en el Nombre del Mesías ante las naciones.

5) Nota filológica: ¿por qué “islas/ley” vs “naciones/nombre”?

La divergencia se explica por dos tradiciones textuales:

  • La LXX refleja un hebreo entendido (o vocalizado) de modo que el paralelismo culmine en “naciones—nombre”.

  • El TM (seguido por la Vulgata) conserva “islas—ley”, metáfora geográfica habitual en Isaías para los confines gentiles (las “islas”) y para la instrucción mesiánica (“ley”).
    Mateo, escribiendo en griego, sigue la LXX como texto eclesial del AT, algo común en el NT.

Conclusión teológico-canónica

Isaías 42:4 no se opone a Mateo 12:21; más bien, la LXX ya ofrece la lectura misionera que Mateo canoniza: el Siervo no declina hasta establecer el juicio, y las naciones —los “confines/ islas”— esperan no sólo su ley, sino en su Nombre.
La Hispania cristiana recibió ambos acentos: Vulgata-Isaías (islas-ley) y Mateo latino (gentes-Nombre), leyendo a Cristo como el Siervo cuya ley es la instrucción real del Reino, y cuyo Nombre concentra la esperanza de las naciones.