Predicación

El concilio llamado de Valencia, del año 549, señala como fundamento de la conveniencia de la predicación «el hecho evidente de que, oída la predicación de los obispos, algunas gentes fueron atraídas a la fe». En esta justificación vemos realizada la coincidencia de la función pastoral y del ideal oratorio.

Fuente: Concilio Valencia, (Vives, Concilios p.61: ML 84,325): «Sic enim pontificum praedicatione audita nonnullos ad fidem adtractos evidenter scimus». Casi todas las decisiones de este concilio, cuya localización correcta ofrece dificultades por la forma que dan los códices —la mayoría Concilium Valletanum (1)—, hacen referencia a los obispos. «elocuente en su expresión y profundo en sus conocimientos» Isidoro de Sevilla, «disertus lingua et scientia eruditus»: