Penitencia

Penitencia entre el cristianismo primitivo en Hispania; (71) “Decimos penitencia —que viene a equivaler a punitencia—, porque el hombre, al hacer penitencia, se impone una punición por el mal que ha cometido. Porque los que verdaderamente hacen penitencia lo único que hacen es no dejar impune el mal cometido. Por eso, a los que no se perdonan a sí mismos los perdona aquel cuyo eminente y justo juicio no puede eludir ningún pecador. 72. La perfecta penitencia consiste en llorar los pecados pasados y no consentir otros en el futuro, Esto último es semejante a una fuente, de manera que, si por casualidad, a instancias del diablo, se comete algún pecado, se lava con su penitencia.”

Fuente: Sobre los oficios, 611. Etimologías, San Isidoro de Sevilla, BAC 2004.